Si Dios no existe, el olvido tampoco. Ni siquiera ocuparíamos esa palabra, pero lo que nos recuerda que el olvido es posible es que ocupamos el calificativo para tal asunto en cuestión.
Por lo tanto, podríamos decir que lo que no sé ve, es más real de lo que podamos imaginar, ver o creer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario