
... y esta, es la 1º foto que tomo con mi cámara nueva.
bueno, se supone que este es un lugar intimo, por ende el pudor a quien pueda leer esto, no tiene ningún sentido. cierto? Y recordé que una vez, no hace mucho, me sentí así, así como "Zion", devastado, derrotado, herido como aquel pueblo, con todos sus muros hecho pedazos, traicionado, y en ruinas.
Lo intimo? es que no hace mucho, fue donde en la que era mi pieza de 1 metro y medio por 3 de largo, pero ya desalojada, eramos solo yo, conmigo (si me entienden) y Dios, postrado, (de guata) tirado en un mar de lagrimas, si, bañe el suelo a puro llanto, rogándole a Dios, simplemente, que no se alejará, a causa de mi condición. Estando allí, sucedió algo que, reconozco, creo yo, no había experimentado en mi vida.
Abrí una de las biblias que habían en mi casa, allí, en la misma pieza, (la cara empapada, entre lagrimas y mocos). eso ya lo había hecho antes, pero cuando fijo mi mirada en cierto capitulo, sentí como mientras leía, la palabra me era revelada, era como si, saltaran las palabras de las hojas llegando directo a mi corazón, y así, sin poder creerlo Dios me hablo, literalmente (bueno, literal de letra, no audible) y me dijo lo siguiente:
Escucha, Señor, mi oración;
llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro
cuando me encuentro angustiado.
Inclina a mí tu oído;
respóndeme pronto cuando te llame.
Pues mis días se desvanecen como el humo,
los huesos me arden como brasas.
Mi corazón decae y se marchita como la hierba;
¡hasta he perdido el apetito!
Por causa de mis fuertes gemidos
se me pueden contar los huesos.[1]
Parezco una lechuza del desierto;
soy como un búho entre las ruinas.
No logro conciliar el sueño;
parezco ave solitaria sobre el tejado.
A todas horas me ofenden mis enemigos,
y hasta usan mi *nombre para maldecir.
Las cenizas son todo mi alimento;
mis lágrimas se mezclan con mi bebida.
¡Por tu enojo, por tu indignación,
me levantaste para luego arrojarme!
Mis días son como sombras nocturnas;
me voy marchitando como la hierba.
Pero tú, Señor, reinas eternamente;
tu nombre perdura por todas las generaciones.
Te levantarás y tendrás piedad de *Sión,
pues ya es tiempo de que la compadezcas.
¡Ha llegado el momento señalado!
Tus siervos sienten cariño por sus ruinas;
los mueven a compasión sus escombros.
Las naciones temerán el nombre del Señor;
todos los reyes de la tierra reconocerán su majestad.
Porque el Señor reconstruirá a Sión,
y se manifestará en su esplendor.
Atenderá a la oración de los desamparados,
y no desdeñará sus ruegos.
Que se escriba esto para las generaciones futuras,
y que el pueblo que será creado alabe al Señor.
Miró el Señor desde su altísimo santuario;
contempló la tierra desde el cielo,
para oír los lamentos de los cautivos
y liberar a los condenados a muerte;
para proclamar en Sión el nombre del Señor
y anunciar en Jerusalén su alabanza,
cuando todos los pueblos y los reinos
se reúnan para adorar al Señor.
En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas;[2]
me redujo los días.
Por eso dije:
"No me lleves, Dios mío, a la mitad de mi vida;
tú permaneces por todas las generaciones.
En el principio tú afirmaste la tierra,
y los cielos son la obra de tus manos.
Ellos perecerán, pero tú permaneces.
Todos ellos se desgastarán como un vestido.
Y como ropa los cambiarás,
y los dejarás de lado.
Pero tú eres siempre el mismo,
y tus años no tienen fin.
Los hijos de tus siervos se establecerán,
y sus descendientes habitarán en tu presencia."
SALMO 102
=)